ESCÁNDALO EN BAGGIO: ESTAFAS Y DISPUTAS FAMILIARES. ¿QUÉ PASÓ?

El Diario CLARÍN, el día dos de febrero del corriente año, publicó una nota con una solicitada del Directorio de RPB S.A, más conocida como Baggio a quien asociamos más que todo con los jugos Baggio.

Esta empresa, RPB S.A, tal como dice la solicitada, “nació hace 60 años en Gualeguaychú, Entre Ríos, fruto de la visión y el entusiasmo de nuestros fundadores, Doña María Celia Munilla y Don Rufino Pablo Baggio (Padre).”

La solicitada en cuestión dice: “Nuestros productos llegan a la mesa de millones de argentinos y a más de 72 países del mundo. Reinvertimos en lo que más sabemos hacer: trabajar y dar trabajo. Estamos orgullosos de nuestro pasado, comprometidos con el presente y entusiasmados por el futuro.”

No obstante, informa: “El hecho ilícito sufrido, aludido al principio, consistente en una estafa ocurrida en el mes de diciembre, fue debidamente denunciada y está siendo investigada a los efectos de conocer quiénes son sus autores y responsables. Dicha estafa, no obstante ser importante, representa un porcentaje no significativo en relación a nuestra facturación mensual, resultando irrelevante para la normal actividad comercial, financiera e industrial de RPB S.A.”

¿Ahora bien, que pasó?

De acuerdo a lo publicado por Clarín, una antigua trabajadora de apellido Veronesi radicó una denuncia en la Justicia local. Fue ella quien habría recibido un mail por parte del directorio con la orden de hacer giros hacia el exterior por siete millones de dólares. Según se comprobó después, esos correos no correspondían al directorio; eran falsos.

La maniobra que puso en alerta a todo el directorio, se da en medio de un conflicto entre los cuatro herederos que tiene la firma. Resulta que la única hija mujer del fallecido Baggio vendió sus acciones a uno de sus hermanos, quien quedó como accionista mayoritario. No obstante, el usufructo lo tiene la madre, que, aunque no participa del directorio, eligió como presidente a uno de los hijos con acciones minoritarias. Esto desencadenó una serie de cruces y divisiones que siguen creciendo aun hasta estos días. Lo que nunca hubiera imaginado Rufino Pablo Baggio, el fundador.

Es decir, nos encontramos frente a una empresa de familia, qué en su momento, por lo que sabemos, trabajo y llego a redactar un Protocolo, en el cual acordaron varios puntos, entre ellos, la sucesión. Ahora bien, nos preguntamos, ¿qué pasó?

No conocemos los pormenores, pero si sabemos que un Protocolo que no se vive, que no se actualiza, es un Protocolo que termina en letra muerta.

Las relaciones entre los miembros de una familia, por lo general son complejas, pues intervienen las “emociones” y si estás se llevan a la empresa, el cóctel puede resultar explosivo sino se gestionan adecuadamente.

Es por esto, que siempre hablamos de la importancia de establecer y utilizar los Órganos de Gobierno que en una empresa de familia son: La Asamblea de Accionistas, compuestas por los dueños del capital, el Directorio, compuesto por quienes toman las decisiones estratégicas y las hacen cumplir y el Consejo de Familia, que es el encargado justamente de gestionar las relaciones entre la Familia y la Empresa.

Es este último Órgano, el Consejo de Familia, que funciona como nexo entre la Familia y la Empresa, el que tiene diversas funciones. Entre ellas, se encuentra el mantener, fomentar y hacer que las generaciones siguientes conozcan los valores que distinguen a esa familia empresaria, pues las decisiones que se toman son siempre en base a los Valores.

También debe trabajar en mantener actualizada la Visión y Misión de la empresa familia, es decir, trabajar en el involucramiento de los miembros de la familia empresaria para que todos tengan en claro hacia dónde va la empresa familiar y que acciones se deben realizar para lograrlo.

Además, debe mantener actualizado el Protocolo. Cómo ya lo expresamos, un Protocolo que se firma y guarda, difícilmente va a ser útil al momento en que surjan los problemas. 

Por otra parte, el contar con un consultor especializado en empresas de familia, que participe en las reuniones del Consejo, es muy importante, ya que, un externo especializado puede detectar tensiones que muchas veces, entre los miembros de la familia no se aprecian, no se les dá importancia o bien, no se las quiere ver.

El Dr. Eduardo Favier Dubois, escribió acerca de las 12 trampas legales en las empresas de familia, y al finalizar su exposición nos decía, el “creerse inmunes”, el “esto a mí o a mí empresa, no me va a pasar”, es el mayor peligro, pues ante esa actitud, difícilmente se trabaje en post del cuidado que exige una empresa de familia para que logre su continuidad.

Y por casa ¿cómo estamos?

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